Significado de afán
Significado.
Lo primero que hemos de hacer es examinar las palabras que usa Jesús y sobre todo la expresión “no os afanéis”. Si la comparamos con el uso en aquel tiempo se verá que afanarse tenía el sentido de estar ansioso o preocuparse. Por eso, tanto el nombre como el verbo se puede traducir indistintamente por: “no estéis ansiosos”, “no os angustiéis”, “no os preocupéis” a lo que añade, “por vuestra vida”, (comida o vestido) o estar ansiosos por lo que vamos a comer, beber y cubrirnos, así como lo que nos deparará el futuro, no debe constituir una fuente de angustia.
Lo primero que hemos de hacer es examinar las palabras que usa Jesús y sobre todo la expresión “no os afanéis”. Si la comparamos con el uso en aquel tiempo se verá que afanarse tenía el sentido de estar ansioso o preocuparse. Por eso, tanto el nombre como el verbo se puede traducir indistintamente por: “no estéis ansiosos”, “no os angustiéis”, “no os preocupéis” a lo que añade, “por vuestra vida”, (comida o vestido) o estar ansiosos por lo que vamos a comer, beber y cubrirnos, así como lo que nos deparará el futuro, no debe constituir una fuente de angustia.
Expositor: Hno. Amílcar
Ayala
Cita bíblica: Mateo.
6: 25-26.
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida,
qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
INTRODUCCION: El
afán es algo que no podemos evitar en nuestras vidas, todos los seres humanos
tenemos que hacer un esfuerzo por resolver nuestras dificultades diarias, los
retos de la vida, pero no debemos de llegar al punto de vivir toda una vida
llena de ansiedad o stress. Esto sucede cuando nos afanamos tanto en la vida
por salir adelante y no tomamos en cuenta la ayudad de Dios.
El Estrés es la palabra
que mejor se apega a la ansiedad en nuestros días, por su significado. Es por
eso que en este estudio vamos a entender la ansiedad, como estrés. Hablar de
estrés es referirnos a la ansiedad y esto es consecuencia de el afán diario.
Dos cosas que nos impiden confiar en el Señor.
1.
El estrés:
El concepto de
stress ha ido evolucionando a lo largo de estas últimas décadas. Originalmente,
Selye lo definió como la Respuesta General de Adaptación del organismo frente a
un estímulo amenazante. Esa respuesta puede ser de dos tipos:
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Frente a esta situación el
organismo reacciona preparándose para la lucha o la huida. Es así a que se
produce un aumento en el ritmo cardíaco, en el ritmo respiratorio, aumento de
la presión sanguínea, se dilatan las pupilas, se tensan los músculos, se
produce una vasoconstricción periférica, aumenta la glucemia, se libera
adrenalina, noradrenalina, glucocorticoides, etc.
Una vez
desaparecida la amenaza, el organismo vuelve a su funcionamiento habitual,
reponiéndose del enorme gasto de energías físicas y emocionales.
Cuando la
amenaza persiste, el organismo se mantiene en alerta permanente y se produce lo
que Selye denominó el Síndrome General de Adaptación, que es la cronificación
del stress. En esta condición, el organismo no cuenta con el tiempo necesario
para su recuperación, y comienzan a agotarse sus energías físicas y psíquicas.
Podemos
definir el stress como los procesos fisiológicos y psicológicos que se
desarrollan cuando existe un exceso percibido de demandas ambientales sobre las
capacidades percibidas del sujeto para poder satisfacerlas; y cuando el fracaso
en lograrla tiene consecuencias importantes percibidas por el sujeto.
·
Dios manda que no nos afanemos o
que no nos estresemos a tal grado de perder el control y luego en lugar de
vivir vamos a sufrir.
(Mateo 6. 31-32; 1ra Timoteo. 6:
6-10)
El estrés en la mujer
Constantemente se nos advierte de los peligros
potenciales del estrés. Somos conscientes de que existe el estrés y de que se
trata de algo serio, pero no lo conocemos bastante. El conocimiento que tenemos
del estrés es insuficiente porque normalmente está centrado en los hombres y en
sus actividades. Pero no olvidemos que las mujeres viven en el mismo mundo que
los hombres. También ellas han de soportar los atascos, las tensiones laborales
y los desengaños amorosos. También a ellas les preocupan los hijos, el porvenir
y les desconcierta el presente. Debido al estrés, las mujeres están deprimidas,
insomnes, retraídas, irritables, atemorizadas, ansiosas, abatidas y
trastornadas. Debido al estrés, las mujeres pierden a veces el interés por la
comida, por las relaciones sexuales o por los amigos, exactamente igual que los
hombres. Pero, además, las mujeres experimentan algunas formas de estrés que
les son totalmente propias.
Un ejemplo claro en la biblia del stress es Saúl. (1º Samuel 18: 6-8)
Aconteció que cuando
volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres
de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl,
con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
Saúl hirió a sus miles,
Y David a sus diez miles.
Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
Saúl hirió a sus miles,
Y David a sus diez miles.
Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
Algunos síntomas generales de estrés son:
Dolores de cabeza
Dificultad en la deglución (espasmos esofágicos)
Acidez
Náuseas
Mareos
Dolores en el pecho, en la espalda, en el cuello
Micciones frecuentes
Disminución de la memoria
Espasmos gástricos
Sudores fríos
Fatiga crónica
Crisis de angustia
Insomnio
Estreñimiento
Diarrea
Síntomas del estrés femenino
Los síntomas de estrés mencionados pueden afectar y afectan tanto al hombre como a la mujer, pero las mujeres no padecen sólo estos trastornos sino también otros, menos conocidos, que derivan de su peculiar fisiología, de sus cambios vitales y de las exigencias vitales y psíquicas de que son objeto. Y lo más importante de todo es que la mayoría de estos son prolongados y están fuera de su control; este es el tipo de estrés más peligroso que se puede sufrir. Entre los síntomas relacionados con el estrés que son específicos de la mujer están los siguientes:
· Amenorrea (desaparición de la menstruación)
· Melancolía menopáusica
· Vaginismo (coito doloroso)
· Frigidez (inhibición de la excitación sexual)
· Tensión premenstrual / dolor de cabeza
· Depresión posparto
· Anorgasmia
· Infertilidad
Entre los trastornos que no son específicos de la mujer pero que les afectan con mayor frecuencia que a los hombres están los siguientes:
· Anorexia
· Bulimia
· Neurosis de ansiedad
· Psicosis depresiva
Algunas de las
consecuencias médicas, sociales y laborales del Stress Burnout son:
Deterioro de la salud física y mental: además de los trastornos
emocionales señalados más arriba, el stress y el burnout pueden ser los
disparadores de, o agravar enfermedades como, coronariopatías, diabetes,
asma, colon irritable, úlcera gastroduodenal, depresión del sistema
inmunitario, cáncer, psoriasis, herpes, etc. En el plano de los trastornos
mentales, puede influir en el curso de la enfermedad bipolar, esquizofrenia,
descompensaciones psicóticas, tendencia a auto y hétero agresión, suicidio,
etc.
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Insatisfacción personal y laboral: el individuo se ve imposibilitado
de disfrutar las actividades que habitualmente le brindan satisfacción.
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Reducida productividad en el trabajo, deteriorando sus relaciones
laborales e instalando otro círculo vicioso de mayor exigencia-imposibilidad
de cumplir-mayor stress
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Ausentismo, como consecuencia del agotamiento y deterioro de su salud.
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Deterioro de las relaciones familiares y personales por los cambios en
su conducta, en su carácter, en sus actividades, etc.
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Como combatir el stress
En las familias o matrimonios no cabe duda que muchas veces, los esposos
contribuimos a que el stress en la esposa sea mayor, esto sucede cuando no se
compartes sus roles de la casa, sino que por el contrario creemos que todo le
corresponde a la mujer de la casa.
Citas
bíblicas que nos ayudan a entender que no debemos afanarnos tanto en esta vida:
Lucas
10:38-42
Filipenses
4:4-7
Colosenses
3:1-2
Para combatir el estrés nada mejor que
venir al Señor.(Mateo: 11:28-30)
2. El enojo:
Cita
bíblica: 6:32 Mejor
es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad (prov. 16:32)
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad (prov. 16:32)
La ira
es el sentimiento de desagrado que una persona tiene ante una circunstancia
determinada, que le impide actuar de forma serena produciendo alteraciones de
la conducta que llegan a ser extremas.
La ira está muy relacionada con los fracasos,
frustraciones y conflictos del hombre. Ahora bien, hay que tener en cuenta que
no existen personas que alguna vez no hayan tenido un fracaso. Muy por el
contrario, estos son necesarios en el proceso de aprendizaje del hombre.
¿Qué es el odio?
El odio es el producto de resentimientos y generalmente se define como el sentimiento contrario del amor. En el amor se desea el bienestar para la persona amada. En el odio, el deseo de malestar es lo que está presente. Heráclito lo definió como el amor invertido. La persona que odia manifiesta una conducta hostil, agresiva y repulsiva contra la persona objeto de su odio.
Las personas abrigan odios en su interior a causa de haber sufrido en su vida frustraciones y situaciones adversas que no pudieron superar por diferentes circunstancias. Es el caso de personas que no consiguen perdonar a sus padres porque cuando eran niños, estos tuvieron con ellos conductas altamente represivas e incomprensivas. También es el caso de la persona que sufrió un divorcio o separación traumática y vive odiando a quien fuera su pareja.
Estas personas viven responsabilizando a los demás de sus fracasos y recreando sus problemas con amigos y familiares. Tienen un permanente sentimiento de que el mundo está contra ellas y no entienden que tuvieron responsabilidad en las situaciones adversas que vivieron. Por lo general, les cuesta olvidar lo que "supuestamente le hicieron" y por ende, el perdón no tiene cabida en su vocabulario.
Estudios recientes han demostrado que las personas que guardan odios y resentimientos, los somatizan llegando a sufrir enfermedades tan graves como el cáncer. También se ha determinado que parte importante de la cura de esta enfermedad, depende en gran medida de que las personas comiencen a realizar un trabajo interno que les permita olvidar y dejar atrás, las supuestas causas que les obligaron a sentir odio hacia los demás.
Ira
y odio ¿Son iguales?
A juicio de Chirinos, el odio es consecuencia de la ira. "Dependiendo del grado de descarga de la rabia, tendremos a un sujeto violentamente iracundo, en donde la ira tiene una expresión inmediata, o por el contrario, si no tiene capacidad expresiva o si no procesa las causas de su ira, no las racionaliza, no las metaboliza, tendremos a un individuo que acumula sus rabias. Surge entonces, el resentimiento, mejor conocido como odio".
A juicio de Chirinos, el odio es consecuencia de la ira. "Dependiendo del grado de descarga de la rabia, tendremos a un sujeto violentamente iracundo, en donde la ira tiene una expresión inmediata, o por el contrario, si no tiene capacidad expresiva o si no procesa las causas de su ira, no las racionaliza, no las metaboliza, tendremos a un individuo que acumula sus rabias. Surge entonces, el resentimiento, mejor conocido como odio".
¿Qué hacer?
Es importante aprender a
descargar la rabia pero no de un modo violento, porque a la postre, podemos
generar todo un entorno reactivo de negatividad para nosotros mismos
En la biblia encontramos lo siguiente para
controlar la ira o el enojo:
Proverbios.
25:28
Eclesiastés. 10:1
Efesios. 4: 26-27
Timoteo. 1:7
TERMINOLOGIA:
(Quizá
de afanar).
Ansiedad.
1. Estado de agitación, inquietud o zozobra del
ánimo.
2.
Angustia que suele
acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no
permite sosiego a los enfermos.
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